En esta oportunidad la institución cubana se vincula al proyecto IRIS (según sus siglas en inglés) y que va dirigido directamente a la integración de fuentes renovables intermitentes en el sistema eléctrico.
De acuerdo al apunte del portal web oficial de la primera institución de su tipo fundada por la Revolución antillana, en 1967, “el proyecto IRIS aborda tópicos como el uso eficiente de las fuentes de energía renovable, el consumo eléctrico y el desarrollo energético de Cuba”.
El programa se analiza “desde el análisis de las dimensiones políticas, económicas, sociales, técnológicas, medioambientales y culturales (Pestec, por sus siglas en inglés)”, describe la publicación.
Para Eduardo Sierra, máximo responsable del apartado de Tecnología en Innovación de la UC, “este es un proyecto que pretende aportar conocimientos para la transformación de la matriz energética cubana”.
Proyectos de este tipo inciden directamente tanto en los aspectos más técnicos como en el impacto que generaría el cambio total hacia las fuentes renovables de energía en el sistema electroergético nacional, refirió la publicación.
Cuba tiene entre sus principales objetivos alcanzar un 24 por ciento de participación de este tipo de fuentes para 2030, como parte de su política de uso y explotación de las energías renovables.
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