A pesar de las implicaciones para la economía global que puede tener una decisión como esa, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, abogó por impedir la compra o venta de petróleo ruso, sus derivados, así como gas natural licuado y carbón.
No obstante, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó hoy que la administración se opone a una decisión de ese tipo porque podría aumentar aún más los precios de los combustibles en un escenario de inflación.
Después que el mandatario ruso, Vladímir Putin, anunció la operación militar en Ucrania el pasado 24 de febrero en respuesta a una solicitud de las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, Occidente arreció sus sanciones contra la nación euroasiática en diversas esferas.
Este mismo jueves, Washington impuso restricciones contra personas cercanas al entorno del jefe de Estado ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció la víspera que la economía de su país experimenta un golpe serio debido a las medidas punitivas, pero aseguró que cuentan con un margen de seguridad.
En su arremetida, la Casa Blanca anunció la víspera el bloqueo total a 22 entidades rusas relacionadas con el sector defensa, la prohibición a las aerolíneas rusas de utilizar el espacio aéreo estadounidense, entre otras acciones para desestabilizar la economía del gigante euroasiático.
Washington y la OTAN estuvieron durante meses alentando las tensiones en Europa del Este, a donde desplazaron parte de sus efectivos en momentos en que Rusia no tenía prevista la incursión militar actual, la cual de acuerdo con el gobierno ruso, no busca ocupar Ucrania sino desmilitarizarla y desnazificarla.
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