En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, Antonio Carricarte, presidente de esa institución, aseguró que la Asamblea General de Asociados realizada en el Palacio de Convenciones de La Habana sirvió para marcar los retos del año que empieza.
No es casual que buena parte del debate se centrara en los desafíos para una mejor actividad exportadora. “Hay una conciencia en el empresariado de la importancia que tiene elevar los ingresos para el desarrollo económico del país”, dijo.
Refirió también el rol jugado por las pequeñas, medianas y micro empresas (Mipymes) como nuevos asociados de la Cámara. “Sus intervenciones mostraron que demandan los servicios de nuestra institución para encadenarse con el sector estatal”.
En ese sentido, agregó, resulta vital alinear las dinámicas de las grandes empresas estatales y sus legislaciones con las de este nuevo sector de la economía, de modo que se articulen también sus esfuerzos en función de los objetivos del país.
“Ahí hay un desafío fundamental: lograr esos encadenamientos productivos que contribuyan a concretar más exportaciones”, destacó.
Carricarte comentó además que los problemas planteados llaman a que la Cámara se convierta en un canal de promoción, solución o transmisión de opiniones hacia los decisores, para contribuir a que el entramado económico se despoje de obstáculos.
En sentido general, el debate superó nuestras expectativas y “demostró que lo poco que hemos hecho abre puertas para lo mucho que queda por hacer”, valoró.
Durante el 2021, la Cámara cubana desarrolló 92 foros empresariales y reuniones de trabajo virtuales, suscribió 12 acuerdos de colaboración y estableció 30 planes de acción por naciones, con énfasis en los servicios de salud, la industria biofarmacéutica, el sector agroalimentario, las energías renovables, la cultura y el comercio electrónico.
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