Las sanciones económicas y financieras contra Moscú y el primer discurso del estado de la Unión del presidente Joe Biden reflejaron el interés de la actual administración demócrata por utilizar el conflicto en Europa del Este para atraer votantes, opinan analistas.
Los republicanos se sumaron a los aplausos al pronunciamiento ante el Congreso del jefe del ejecutivo el pasado martes, cuando el mandatario norteamericano anunció el cierre del espacio aéreo a aviones rusos y resaltó la resistencia de los ucranianos.
El gobernante reiteró el apoyo militar a Kiev ante un auditorio en el que muchos de los presentes -entre ellos la embajadora de Ucrania, Oksana Markarova- portaban cintas y ropas azules y amarillas, en alusión a la bandera del país europeo.
Por otro lado, la Casa Blanca anunció una batería de medidas punitivas contra Rusia dirigidas al sector de la economía y la defensa de la nación euroasiática.
Además, legisladores de ambos partidos aprobaron el jueves un proyecto que pide la prohibición de la importación de petróleo ruso, algo que la administración dijo estar evaluando debido al impacto de una sanción de ese tipo en los precios de los combustibles.
El gobierno de Estados Unidos empeña esfuerzos para que el Congreso apruebe un presupuesto de 10 mil millones de dólares para proseguir el envío de armas a Ucrania y a los países aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en muchos de los cuales el Pentágono incrementó sus fuerzas recientemente.
Washington y la OTAN estuvieron durante meses alentando las tensiones en Europa del Este, a donde desplazaron parte de sus efectivos en momentos en que Rusia no tenía prevista la incursión militar actual, la cual de acuerdo con el Kremlin, no busca ocupar Ucrania sino desmilitarizarla y desnazificarla.
Observadores apuntan que el papel activo de Estados Unidos en el agravamiento de las tensiones estuvo dado en parte por la necesidad de la administración de elevar su popularidad previo a los comicios de noviembre venidero, cuando aspiran a mantener el control del Congreso.
Poco después del discurso sobre el estado de la Unión, el diario The Washington Post consideró que Biden logró unir a demócratas y republicanos en oposición a Rusia, país que denuncia una campaña de desinformación articulada en su contra desde los medios occidentales.
Al parecer la actitud agresiva hacia Moscú rindió frutos al presidente norteño, pues una encuesta de NPR-PBS NewsHour-Marist refleja un aumento de su aprobación al 47 por ciento, unos 10 puntos por encima de lo reflejado en los sondeos previos al discurso.
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