Durante el intercambio, los cancilleres se refirieron a la posibilidad de cooperar para contrarrestar los ataques informativos y la difusión deliberada de noticias falsas sobre los últimos acontecimientos.
Makey y Lavrov destacaron como un avance en el conflicto la apertura de corredores humanitarios para la evacuación de civiles y ciudadanos extranjeros de las zonas de conflicto y la posibilidad de que puedan trasladarse hacia este país a través de la frontera ucraniano-belarusa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, el Comité Estatal de Fronteras y la Sociedad de la Cruz Roja de Belarús firmaron un acuerdo de cooperación con el objetivo de asegurar la coordinación efectiva de acciones para brindar asistencia humanitaria a las personas migrantes.
“El acuerdo prevé el intercambio de información, la planificación de acciones conjuntas para brindar ayuda de emergencia y a largo plazo a los migrantes, en la entrega y distribución de artículos de primera necesidad, así como el restablecimiento de los lazos entre familiares afectados por la migración”, indicó la Cancillería belarusa.
La víspera, el presidente belaruso, Alexandr Lukashenko, reiteró que los servicios armados de su país no participan ni planean ser parte de la operación militar especial rusa en Ucrania, a pesar de que “algunas fuerzas intentan atraernos”.
Durante la ceremonia de firma del referendo sobre las reformas a la Constitución belarusa, el mandatario subrayó que la prioridad del país es “defender nuestra tierra, nuestro Estado, y ese será nuestro aporte a la seguridad de nuestro continente, y tal vez del planeta en su conjunto”.
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