Casi un año después de la aprobación del Plan de Rescate de 1,9 billones de dólares, la administración afirma haber prácticamente consumido el dinero dedicado directamente a la respuesta a la crisis sanitaria.
Estamos en conversaciones con los legisladores sobre cómo asegurar la financiación con urgencia, porque algunas de las consecuencias podrían comenzar a sentirse a finales de este mes, alertó la coordinadora adjunta del equipo de respuesta a la pandemia del ejecutivo, Natalie Quillian, citada por la agencia Associated Press.
El mes pasado, el gobierno afirmó que necesitaba 30 mil millones de dólares para la respuesta al coronavirus SARS-CoV-2, pero en una solicitud formal al Congreso presentada esta semana redujo la cuantía a 22,5 mil millones para las necesidades más críticas.
El senador republicano Mitt Romney y otros 35 miembros de la Cámara Alta le escribieron al presidente Joe Biden y dijeron que antes de apoyar el nuevo dinero, quieren “una contabilidad completa” de cómo el gobierno ha gastado el presupuesto ya proporcionado.
El pasado miércoles el gobierno estadounidense presentó un plan para enfrentar una nueva fase de la pandemia sin cerrar escuelas o negocios en un momento en el que han disminuido en el país los casos de Covid-19 y la enfermedad constituye un riesgo de menor nivel.
Para poner en práctica la iniciativa, la administración necesita que el legislativo “haga su parte” y apruebe el pedido de financiamiento para una mayor vigilancia y recopilación de datos con el objetivo de monitorear nuevas variantes.
Estados Unidos enfrentó entre diciembre y enero un alza de contagios debida a la propagación de la variante Ómicron y, según fuentes oficiales, los infectados descendieron de 800 mil diarios hace poco más de un mes a 49 mil en la jornada de este viernes.
La nación norteña es una de las más golpeadas en el mundo por la pandemia que ya dejó aquí más de 950 mil muertes, de acuerdo con el conteo del diario The New York Times.
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