Las medidas de seguridad tomadas se deben a acciones en previsión de desórdenes violentos por el Día Internacional de la Mujer que se han realizado en la fecha durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por la libertad concedida a los grupos feministas de manifestarse sin ser reprimidos.
En sentido general, las autoridades del gobierno han demostrado con vídeos y otras pruebas que la violencia extremadamente fuerte la protagonizan grupos infiltrados en marchas y manifestaciones de militantes feministas, presuntamente pagados por partidos y organizaciones contrarias al gobierno.
Las destrucciones son siempre muy graves, hay heridos (más policías que civiles), y los comercios particulares imitan al gobierno y forran con vallas de madera o metal los cristales de sus establecimientos.
El ejecutivo capitalino está retirando todos los anuncios con cristales en las estaciones del Metrobús y otros lugares públicos, y preserva monumentos a lo largo de la avenida Paseo de la Reforma y algunas calles del centro como 5 de Mayo.
El mobiliario de las instalaciones fue envuelto con lonas de plástico para evitar que sean dañados con aerosoles o para amortiguar los martillazos, los cuales son comunes en las protestas.
La plaza comercial Reforma 222, el Hotel Hilton México City Reforma, ubicado en la avenida Juárez, así como algunos establecimientos comerciales también fueron protegidos con vallas metálicas.
Se prevé que este fin de semana continúe la colocación del cerco en los edificios del Banco de México, el Monte de Piedad y el Palacio Postal, ubicado en la calle Tacuba esquina con Eje Central Lázaro Cárdenas.
Hasta el momento las organizaciones de mujeres han convocado como punto de salida el Monumento a la Revolución, la glorieta del Metro Insurgentes, el Ángel de la Independencia y en Paseo de la Reforma esquina Florencia con horarios escalonados desde las 13:00, hora local, hasta las 16:00, todas con destino al Zócalo.
Las autoridades darán a conocer el lunes detalles del operativo que desplegarán mujeres policías, quienes no usarán armas ni toletes, solo cascos, escudos y extintores, y la presencia de personal de la Secretaría de Gobierno y de la Comisión de Derechos Humanos.
Señalan que en anteriores gobiernos la destrucción de bienes era prácticamente nula por la fuerte represión policial que se ejercía contra las mujeres, lo cual les impedía hacer sus manifestaciones o celebrar su día internacional.
Ahora tienen ese derecho y la idea es que las infiltradas -que lo hacen con el rostro cubierto con paños negros o pasamontañas- no les impidan expresarse aún cuando logran tergiversar el sentido de sus demandas, señalan las autoridades.
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