El gobernador del DF, Ibaneis Rocha, anunció el jueves pasado que se relajaría la rutina de andar con tapabocas en lugares abiertos y la medida entraría en vigor a partir de este lunes.
La Secretaría de Salud de Río fue más allá y podría comunicar la exención del uso de protección facial incluso en lugares cerrados.
Sin embargo, el decreto debería garantizar a los municipios la última palabra sobre el tema.
La administración de Sao Paulo, por su parte, deberá evaluar los impactos del carnaval en las cifras de Covid-19 para decidir sobre la liberación del uso de mascarillas.
Incluso la obligación de los nasobucos en las escuelas puede caer en las próximas semanas, según el secretario paulista de Educación, Rossieli Soares.
Según el portal Rede Brasil Atual, para tales decisiones, las administraciones se basan en la reducción del número de casos y vidas perdidas por la enfermedad en el último periodo.
También apuestan por la vacunación como forma de contener el empeoramiento de la dolencia.
Sin embargo, solo Sao Paulo alcanzó a más del 80 por ciento de la población con las dos dosis de inoculación, de acuerdo con el panel de la Red de Análisis Covid-19.
Este es el porcentaje mínimo considerado por los especialistas para la adopción de medidas de flexibilización. En el DF, esa tasa llega al 68,31 por ciento y en Río al 67,75.
Además, la cobertura de la dosis de refuerzo, necesaria para prevenir los casos graves causados por la variante Ómicron del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, resulta aún menor.
Hasta en Sao Paulo, con la inmunización más avanzada, solo un 35 por ciento está completamente vacunado. En Río y en el DF, un 27,89 y 26,5 por ciento, respectivamente.
Para el investigador y miembro del Observatorio Covid-19BR Vitor Mori, en lugares como el transporte público, los hospitales y las residencias de ancianos, la flexibilidad sería precipitada.
Considera que el escenario de la pandemia en el país es «mucho mejor» que hace unas semanas, «pero eso no significa estirar la pata», subrayó en redes sociales.
Recuerda que el uso de la máscara es una de las pocas medidas que podemos controlar individualmente.
«Si sigue preocupado por la Covid-19 y quiere seguir protegiéndose a sí mismo y a su entorno, siga usando mascarillas en los espacios cerrados, especialmente los poco ventilados y con mucha gente, es una buena medida», remarcó.
Actualmente Brasil acumula 652 mil 143 muertes y 29 millones 49 mil 13 contagios por el patógeno.
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