En entrevista concedida al ministro de Cultura Ernesto Villegas, el diplomático ruso aseveró que la reciente visita de una delegación gubernamental estadounidense a Caracas constituye un reconocimiento de las legítimas autoridades venezolanas y de las políticas equivocadas para generar un cambio de régimen.
“Este acercamiento que ahora plantean para comprar petróleo –entre otros temas de discusión- (…) es una evidencia que ahora aprendieron. Aquí hay un Gobierno con un presidente constitucional, Nicolás Maduro”, enfatizó el representante de Moscú.
Al respecto, el embajador ratificó la postura de Rusia en favor de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, sobre la base del respeto mutuo, al tiempo que reiteró el apoyo al proceso de diálogo entre todos los sectores políticos del país suramericano.
De igual forma, Mélik-Bagdasárov reconoció el respaldo y solidaridad de las autoridades venezolanas en su pronunciamiento en contra de las medidas coercitivas unilaterales implementadas por Occidente como represalia por la operación militar iniciada por Rusia en territorio ucraniano el 24 de febrero último.
“Venezuela es una fuerte voz contra las sanciones a nuestro país; lo apreciamos mucho y agradecemos este importante respaldo”, indicó el diplomático, quien destacó además la fortaleza de las relaciones bilaterales y los puntos de coincidencia de Moscú y Caracas ante los problemas de la agenda global.
El embajador manifestó que, frente a las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos y la aplicación cientos de acciones punitivas, su país avanzará en el fortalecimiento de los nexos de cooperación con otros socios estratégicos en el mundo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el 24 de febrero último el inicio de una operación militar en Ucrania, luego de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk solicitaran ayuda frente a la agresión de Kiev.
En reiteradas ocasiones, el Gobierno de Venezuela expresó su respaldo a Rusia frente a las amenazas a la seguridad del país euroasiático, debido a la agudización de las posturas belicistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y su expansión en Europa del este.
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