Según un comunicado del Ejecutivo, ese financiamiento, el cual se autoriza en medio de las actuales elecciones parlamentarias en curso, se destina a mantener el funcionamiento de las instituciones nacionales y locales, ante la ausencia del parlamento.
En virtud de un dictamen de la Asamblea Nacional Consultiva, celebrada el 28 de febrero pasado, la Cámara Baja del parlamento somalí debe ser completada mañana, con sus 275 escaños, como fecha límite.
Sin embargo, hasta este lunes faltaban aún por designar más de 50 escaños de ese órgano en las regiones de Beledweyne y Gedo, donde los funcionarios no se pusieron de acuerdo sobre el modo de elección, apuntó el portal digital mustaqbalmedia.net.
Somalia, país dividido, sin un gobierno central fuerte desde 1991 en que fue derrocado por milicias aliadas el entonces presidente Mohamed Siad Barre, desde hace varios años recibe fondos financieros de instituciones bancarias de Estados Unidos, de Naciones Unidas y la Unión Europea, entre otros.
La actual crisis política y financiera se profundizó aún más en este territorio con el recrudecimiento de la violencia por grupos considerados radicales, como Al-Shabab, y las disputas internas por cuotas de poder entre el Primer Ministro, Mohamed Hussein Roble, y el actual Presidente saliente, Mohamed Abdullahi.
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