A juicio del mandatario, se trata de un “serio peligro” para los esfuerzos de desarrollo en los que África está «decididamente empeñada”, indica el texto íntegro de su intervención, divulgado este martes en Luanda por la agencia angoleña de prensa.
Todavía permanecen muchos problemas de inseguridad, los cuales requieren “un abordaje integral y concertado por parte de la Unión Africana y de cada uno de nuestros países”, opinó el gobernante al hablar en una cena oficial ofrecida la víspera por su homólogo caboverdiano, José Maria Neves.
El impacto negativo de tales hechos no se limita a los lugares donde ocurren, pues sus efectos nocivos repercuten ampliamente en todo el continente, valoró.
Por eso, señaló, “debemos poner toda nuestra atención, energía y esfuerzo” en la búsqueda de soluciones a las problemáticas en las regiones del Sahel, los Grandes Lagos, la zona austral y el cuerno de África.
Al decir de Lourenço, tampoco puede actuarse con indiferencia ante los sucesivos cambios inconstitucionales de gobierno mediante intervenciones militares, que están ocurriendo con preocupante frecuencia.
Durante décadas, el continente ha sido escenario de períodos de inestabilidad a causa de guerras por motivaciones étnico-tribales, el fundamentalismo religioso y cuestiones raciales, como el caso del régimen del apartheid, e, incluso, debido a intervenciones militares externas, recordó.
Esta situación, afirmó, es en gran medida responsable del atraso económico de África, los altos índices de desempleo, la falta de infraestructuras y, en consecuencia, de los frecuentes flujos de refugiados.
El jefe de Estado defendió, además, la importancia de una próxima cumbre sobre el terrorismo a escala continental, la cual tendrá lugar en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, del 28 al 29 de mayo, a fin de identificar y adoptar un conjunto de medidas adecuadas para enfrentar el flagelo.
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