El presidente ucraniano, Volodymr Zelensky, pronunció el miércoles un discurso virtual ante el Congreso estadounidense, demandando una intervención abierta del Pentágono y el envío de más ayuda letal a su país.
Posterior a esta intervención, la Casa Blanca anunció 800 millones de dólares para enviar apoyo letal a las autoridades de Kiev, que según algunos expertos son un rehén de Washington y grupos nacionalistas y pronazis.
Mientras, el debate sobre si Estados Unidos debe facilitar la transferencia de aviones de combate a Ucrania se intensificó en el Capitolio, donde un número cada vez mayor de legisladores presiona a la administración demócrata para que satisfaga la petición de Kiev de más potencia aérea.
Según el diario The Hill, otros, que instan a la moderación, temen que la medida pueda ser un error fatal y que puede acercar al mundo a una Tercera Guerra Mundial.
«Es un equilibrio muy difícil. Queremos ayudar a Ucrania de todas las maneras posibles sin entrar en guerra con Rusia y comenzar la Tercera Guerra Mundial y arriesgarnos a un conflicto nuclear», dijo el representante Adam Smith (demócrata de Washington), presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
La situación en Ucrania también golpeó a los consumidores por un alza de los precios del petróleo, que se tradujo en un crecimiento del 10 por ciento del patrimonio colectivo de industriales estadounidenses del petróleo y el gas, según informes de la agencia Bloomberg.
En la semana, además, se evidencio el objetivo de la Casa Blanca de aislar a Rusia del mundo con una política de medidas punitivas que principalmente afectan a las economías europeas que dependen en un gran por ciento del petróleo y el gas ruso.
En estos días destacó un intensa labor de Biden y algunos miembros de su equipo de gobierno con intenciones de alejar a China de Rusia y que incluyo una videoconferencia con su homólogo del país asiático, Xi Jinping.
También, expertos como el coronel Doug Macgregor, exasesor principal del Secretario de Defensa, valoraron que el verdadero objetivo de Estados Unidos con la guerra en Ucrania es la destrucción del Estado ruso y de Vladimir Putin.
Pero, Rusia no esta tan aislada como Estados Unidos quiere presentar ante el mundo, opinó Ryan McMaken, redactor jefe del Instituto Mises, un centro de investigación económica de Auburn (Alabama).
La crisis desplazó también el debate sobre la Covid-19, la aprobación de nuevos fondos de ayuda por el Congreso y la posibilidad de una cuarta ola que pudiera afectar a los estadounidenses en los próximos días aunque menos letal que las últimas variantes registradas.
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