La nota de protesta entregada este lunes al representante de Estados Unidos en Moscú en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, señaló que las palabras de Biden son inaceptables e indignas de un estadista de tan alto rango.
Según el comunicado del servicio diplomático local, la nota advirtió que las acciones hostiles tomadas contra Rusia por ese país serán rechazadas de manera firme y decisiva.
Durante el análisis de temas bilaterales de actualidad, la parte rusa le recordó al representante de la Casa Blanca la obligación de su país de garantizarle condiciones de trabajo normales a las misiones diplomáticas de Moscú en Estados Unidos, incluidas las garantías para su funcionamiento ininterrumpido.
El pasado 16 de marzo, el presidente estadounidense acusó de “criminal de guerra” a su par ruso, denuncia que el Kremlin calificó de retórica inaceptable e inexcusable, según el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
Días después, el alto funcionario expresó que el insulto de Biden no es valorado con dureza por las autoridades del país, debido a su cansancio, irritabilidad y desmemoria.
“Tomando en consideración esa irritabilidad y a veces la desmemoria del señor Biden, el cansancio que al final lleva a declaraciones agresivas, es probable que no demos ninguna fuerte valoración para no provocar más agresiones”, dijo Peskov.
En declaraciones a la agencia de noticias TASS, Peskov comentó que las bombas de Biden “mataron a cientos de miles de personas en todo el mundo”.
Al respecto, el director general de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), Dmitri Rogozin, recordó la orden dada por Biden de bombardear la ciudad yugoslava de Belgrado en 1999.
“¿Tal vez se le debería recordar a Biden quién es el criminal de guerra?”, escribió el titular de la corporación estatal rusa en su canal de Telegram, en respuesta a la acusación lanzada por el jefe de la Casa Blanca contra el presidente Putin.
Rogozin adjuntó a la publicación un video de archivo donde el jefe de Estado norteamericano admite que fue él quien propuso bombardear Belgrado en 1999 y enviar pilotos de la Fuerza Aérea a destruir puentes sobre el Danubio.
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