El sondeo de Reuters/Ipsos mostró que el 54 por ciento de los estadounidenses desaprueba el desempeño del mandatario, cuyo Partido Demócrata intenta retener el control del Congreso en las elecciones legislativas de noviembre venidero.
La popularidad de Biden comenzó a descender a mediados de agosto de 2021, cuando las muertes por Covid-19 aumentaron y el ejército estadounidense se enfrentó a lo que muchos califican como una retirada caótica de Afganistán, donde estuvieron durante 20 años.
Si bien recientes pesquisas indicaron una acogida favorable de los estadounidenses a la arremetida de Washington contra Moscú por su operación militar en Ucrania, las mismas sanciones impuestas por la Casa Blanca contra el país euroasiático frenan la popularidad del jefe del ejecutivo.
La administración de Biden, en el afán por paralizar la economía rusa, sancionó a varios bancos de ese país, le revocó el estatus comercial especial, cortó ciertas importaciones, atacó a oligarcas y funcionarios, y prohibió la compra de petróleo de la nación euroasiática.
El valor de la gasolina alcanzó en las últimas semanas más de cuatro dólares el galón y ese pico, junto con el de otros bienes, posiblemente suponga un obstáculo para los demócratas de cara a las elecciones de mitad de periodo.
El conflicto en Ucrania, agudizado como señalan analistas por el papel del gobierno estadounidense y la OTAN, supone a lo interno otro desafío extremo para Biden, quien asumió el cargo frente a la peor crisis de salud pública en 100 años y ha visto caer progresivamente sus índices de aprobación.
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