Jens Stoltenberg, secretario general jefe del bloque bélico, afirmó este jueves en conferencia de prensa que la OTAN destinará “sustancialmente más fuerzas a la parte oriental de la Alianza, con mayor preparación”.
La OTAN dispondrá en ese frente de más aviones y sistemas de defensa aérea y antimisiles, así como un número importante de submarinos, portaaviones y otros buques de combate, precisó.
Se reforzará la ciberdefensa de la agrupación castrense y se trabajará para garantizar una mejor interoperabilidad entre las capacidades nacionales, agregó.
Los líderes del bloque trasatlántico encargaron durante la reunión de este jueves a los comandantes militares de los países miembros de la organización, trabajar en programas de desarrollo que serán aprobados en junio de este año en Madrid, durante la próxima cumbre de la OTAN.
Acordaron además elevar la asistencia a Ucrania en medio del actual conflicto entre ese país y Rusia, con el envío de medios para enfrentar supuestas amenazas biológicas, químicas, y nucleares, pese a que Moscú rechaza las especulaciones sobre su posible empleo de esas armas.
Stoltenberg expuso ante los medios informativos, sin presentar prueba alguna, que Rusia podría utilizar ese armamento, algo negado enfáticamente por Moscú, que en cambio cuenta con evidencias del desarrollo de esos medios por Estados Unidos en territorio ucraniano.
El martes último, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, expresó que programas biológicos militares desarrollados por Washington en Ucrania violan las leyes internacionales y son motivo de profunda preocupación.
Un reporte publicado en el medio norteamericano Moon of Alabama, alertó recientemente que existe el peligro de que Reino Unido o Estados Unidos o Ucrania, lancen en ese último país un ataque bajo falsa bandera con armas de exterminio masivo, para acusar a Rusia.
Una acción similar, según refieren los analistas, fue escenificada en Siria en 2012, para culpar al Gobierno de Bashar Al-Assad del uso de tales sustancias y justificar así una escalada en la agresión estadounidense y de la OTAN contra esa nación del Medio Oriente.
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