Un comunicado de prensa conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) consideró que la situación humanitaria se agravará, en medio de los efectos combinados de conflictos armados, recesión económica y desplazamientos poblacionales.
Ambos organismos también señalaron en el documento que, por otro lado, las malas cosechas agrícolas de los últimos años limitaron de forma significativa el acceso de la población a los productos para su manutención.
«Existen preocupantes indicios de que el acceso y la disponibilidad de los alimentos se está reduciendo para la mayoría de la población de Sudán, lo que empuja a más personas a la pobreza y al hambre», sostuvo el representante del PMA en este país, Eddie Rowe.
La directiva de la FAO en Sudán, Babagana Ahmadu, consideró, por su parte, que de no recibirse ayuda financiera inmediata un elevado número de productores en este país podría abandonar la producción de alimentos, situación que conllevaría a más conflictos y desplazamientos.
Entre las áreas sudanesas donde más escasean los medios de subsistencia se encuentran algunas zonas de las regiones de Darfur (occidente) y Kordofán, en las cuales ocurren enfrentamientos entre comunidades, apuntaron organizaciones humanitarias.
Pese a los esfuerzos de la FAO y el PMA por socorrer en medio de la actual crisis a personas en situación de vulnerabilidad en Sudán, según ambas organizaciones, se necesita movilizar más recursos financieros para cubrir un déficit, por concepto de asistencia, superior a los 270 millones de dólares.
En Sudán, país que sufre una elevada inflación y carestía de los alimentos, está en marcha una transición política, luego de que fuera apartado del poder en abril de 2019 el entonces presidente Omar Hasán al-Bashir.
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