Edilberto F. Méndez
Corresponsal de Prensa Latina en República Dominicana
Desde que el mandatario esbozó la iniciativa el debate político en torno se puso al rojo vivo, pues los cambios a la Carta Magna, hasta ahora, se caracterizaron por tener “gallos tapados”, como dice el argot popular.
A pesar de que no es la única reforma en análisis y estudio por parte del Consejo Económico Social, ente en el cual están sentadas las fuerzas políticas y sociales de la nación, es la más cuestionada y de más revuelo, a pesar de la insistencia del actual gobierno en la necesidad de los cambios.
El borrador propone, entre sus aspectos, la independencia del Ministerio Público, la no inclusión del Procurador General en el Consejo de la Magistratura y la modificación de sus atribuciones comenzando por cambiarle el nombre a “Fiscal General”.
Además, plantea que los aspirantes a componer la Junta Central Electoral y altas cortes no deben aparecer en el padrón de ningún partido político en los cinco años previos a su elección, así como propone unificar las elecciones presidenciales y congresuales con las municipales, para celebrarlas el tercer domingo del mes de mayo del año electoral.
De inicio, la iniciativa de reforma fue rechazada por el liderazgo de los principales partidos políticos de oposición y sus representantes se retiraron de la Mesa Temática sobre Transparencia e Institucionalidad, que se efectúa en el marco del Diálogo por las Reformas.
Sin embargo, es defendida con fuerza por el presidente, quien asegura que, contrario a lo ocurrido en el pasado, esta reforma busca restar poder a quien ostente la jefatura del Estado, quitándole la potestad de nombrar al Procurador General de la República, lo cual a su juicio, fortalecerá el combate a la corrupción.
Por su parte, la oposición la considera un intento de distraer a los dominicanos del tema de la inflación, algo que los afecta sensiblemente en estos momentos.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se mostró contrario a la propuesta y dijo que el país está afectado por serios problemas los cuales debilitan a la clase media y a los sectores más pobres y vulnerables de la población y en ellos debe centrarse la atención.
El también llamado partido morado considera que este es un momento de estar cercano al pueblo y “concentrarnos en trabajar para construir un futuro mejor para las grandes mayorías”.
Opina, además, que el proyecto presentado por el gobierno, en lugar de contribuir a avanzar en el afianzamiento de la institucionalidad, más bien representa un retroceso antidemocrático en múltiples ámbitos, y está lleno de incoherencias y deficiencias jurídicas que el PLD no puede apoyar.
Asimismo, Fuerza del Pueblo consideró la iniciativa «innecesaria e inoportuna” y en el momento inadecuado, pues el pueblo no está pensando en una Reforma Constitucional sino en resolver sus problemas del día a día.
Finalmente, el Partido Revolucionario Dominicano también manifestó que esta discusión no debe ser prioridad ahora y sostuvo que el objetivo perseguido pudiera abordarse mediante modificaciones legislativas, sin tener que someterse a un proceso como este.
Así están las cosas y, a pesar de las múltiples llamadas del gobierno al diálogo, no se aprecia una salida por el momento, de ahí que el CES haya establecido un compás de espera para volver sobre esa reforma.
Modificaciones a la Constitución de la República Dominicana
La Constitución dominicana ha sido modificada en 39 ocasiones, la más reciente de ellas en 2015 para permitir la repostulación del entonces presidente de la República, Danilo Medina, quien logró retener el poder.
Según los historiadores, al menos seis mandatarios impulsaron más de una modificación a la Carta Magna: Pedro Santana, Buenaventura Báez, Ramón Cáceres, Horacio Vásquez, Rafael Leónidas Trujillo Molina y Joaquín Balaguer.
Del total de modificaciones solo seis se produjeron por medio de Constituyentes y en la mayoría estuvo presente el debate de la reelección presidencial, ya fuera para eliminarla o restablecerla.
También fueron motivadas por el empeño de los gobernantes en tener más poder y conducir el Estado sin mayores oposiciones.
Las últimas cuatro abordaron el tema de la reelección.
La del 26 de enero del año 2010 resultó la más consensuada en la historia moderna, para la cual el presidente de entonces, Leonel Fernández, designó un equipo consultivo integrado por notables.
Por el momento habrá una pausa en las discusiones, aunque se vaticina que mantendrá su vitalidad hasta su resurgimiento, ya sea para debatirla en el CES o buscar una vía legal que permita llevarla adelante.
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