En su conferencia de prensa matutina, hoy en el estado de Morelos, el mandatario respondió así a una pregunta sobre declaraciones del embajador de Estados Unidos en contra de la reforma, y recordó que ya está en debate final en la Cámara de Diputados.
Dijo que la reforma es necesaria para fortalecer a la Comisión Federal de Energía (CFE), la cual fue muy atacada durante el período neoliberal para debilitarla y destruirla a fin de privatizar la industria eléctrica y pasar el negocio de la venta y distribución a las empresas extranjeras fundamentalmente.
Ese proceso de privatización empezó con el Gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien empezó a eliminar la CFE para otorgar permisos a empresas extranjeras, y fue creciendo hasta la monopolización privada con Enrique Peña Nieto, quien dio todo el poder a la española Iberdrola y otras compañias de Estados Unidos.
Dominaban toda la industria eléctrica, en contra del interés público porque aumentaban todos los días el precio de la luz y se beneficiaban unos cuantos a costa del sacrificio de la mayoría de la gente. Esta reforma es para eliminar todo eso, dijo.
Pidió que difundan las posturas de quienes están a favor de fortalecer la CFE o de las empresas extranjeras, y si se está o no favor del pueblo pues si no se aprueba la reforma serán estas las que fijen los precios y va a ocurrir lo de España.
Dijo que en España y Estados Unidos dominan esas empresas y la gente ya no aguanta porque no tienen dinero para pagar la luz, todo es negocio y lucro. Nosotros no lo aumentamos para no afectar la economía popular y la subsidiamos.
Ahora, añadió, con la gasolina pasa lo mismo pues los precios están por las nubes en España y Estados Unidos por la misma razón.
Quisiéramos que la reforma la aprobaran sin cambios, como la presentamos, y lo mismo con la parte que se refiere al litio, de lo cual no hablan los medios adversarios al gobierno, expreso el gobernante.
Pero al aprobarse la reforma se establece que el litio es un mineral nacional estratégico que queda bajo el dominio de la nación y no podrá ser concesionado a extranjeros.
Como es una reforma constitucional, expresó, se necesitan dos terceras partes de los votos, no una mayoría simple, por eso es muy interesante la votación, porque se sabrá qué legisladores están con el pueblo y quiénes en contra y a favor de los empresarios.
Estas últimas, dijo, no deberían preocuparse porque la reforma les garantiza el 46 por ciento del mercado nacional, lo cual les equivale a toda la electricidad que consume Argentina, pero son ambiciosos y quieren el 100 por ciento.
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