Esta vez el equipo entrenó bajo las órdenes del técnico argentino Ricardo Gareca, con la participación de los titulares que cayeron (1-0) el jueves último en Montevideo ante Uruguay y que hicieron ayer trabajos ligeros.
Las prácticas se realizaron tras dejar atrás los jugadores el mal sabor que dejó la negativa del árbitro brasileño Anderson Daronco, a validar como gol la jugada, en la cual el portero uruguayo se introdujo en el arco con el balón en las manos, cuando el juego estaba por terminar.
El interés de los aficionados y la prensa deportiva se enfocó en quién será el designado por Gareca para reemplazar al hábil y desequilibrante mediocampista ofensivo André Carrillo, quien no jugará por una lesión sufrida en el juego ante los celestes.
Según trascendidos de prensa, el técnico baraja para esa responsabilidad los nombres de los mediocampistas Raziel García, Edison Flores, el uruguayo-peruano Gabriel Costa y Christofer Gonzales.
Las alarmas se encendieron, por otra parte, entre los reporteros peruanos, cuando observaron que el estelar atacante ítalo-peruano Gianluca Lapadula, entrenaba con una venda en la muñeca derecha, secuela también de una jugada en el partido del jueves.
Perú llega al partido final del torneo premundialista suramericano con 21 puntos y en el quinto puesto, que debe mantener para tener acceso al repechaje y superar a Colombia y Chile, que podrían acceder a esa posición y disputar una repesca con un equipo asiático, si Perú no gana a Paraguay.
Los guaraníes, si bien están eliminados, ganaron el jueves último 3-1 al ya clasificado Ecuador en Asunción y vienen a Lima a enfrentar a Perú dispuestos a cerrar su participación con una actuación destacada.
Los optimistas consideran un factor favorable a los rojiblancos que Perú nunca ha perdido ante el tradicionalmente aguerrido seleccionado paraguayo en Lima, aunque los entendidos saben que la historia en el fútbol es importante solo hasta cierto punto.
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