En declaraciones recientes, la subsecretaria de Estado para el Control de Armas y Seguridad Internacional, Bonnie Jenkins, manifestó que las acciones de Rusia en Ucrania suponen una amenaza para el régimen de seguridad nuclear.
“Tales declaraciones son un nuevo intento de trasladar la retórica rusófoba a las plataformas multilaterales”, denunció Antónov, según publicó el canal de la misión diplomática rusa en la red social Telegram.
El representante de Moscú en Washington recordó que el 18 de febrero, en la conferencia de Múnich sobre Seguridad, el presidente ucraniano, Vladímir Zelensky, declaró de manera explícita su interés de restablecer el acceso del Estado a las armas nucleares.
Explicó que durante la operación militar en Ucrania, las Fuerzas Armadas de su país tomaron el control de las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporozhie para evitar provocaciones por parte de grupos nacionalistas u otros grupos terroristas.
“Nuestros militares no interfieren en el trabajo del personal de la planta. Se limitan únicamente a las tareas de su seguridad”, explicó el diplomático ruso, quien sostuvo que el funcionamiento de las unidades de energía operativas continúa con normalidad.
El embajador ruso en Washington afirmó que la seguridad de esas instalaciones no está amenazada y los sistemas de control de la radiación son totalmente funcionales.
“No hay posibilidad de que se libere material radiactivo. La dirección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) lo confirma”, indicó.
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