La protesta organizada por el grupo Just Stop Oil tuvo lugar en Essex, Birmingham y Southampton, y afectó a varías compañías, entre ellas a la trasnacional ExxonMobil.
Imágenes difundidas en las redes sociales mostraron a manifestantes sentados a la entrada de las instalaciones y sobre camiones cisternas para impedirles que trasladaran el combustible hasta las estaciones de servicio.
Los ambientalistas, que tuvieron el apoyo de otras organizaciones como Extinction Rebellion e Insulate Britain, informaron en un comunicado que el objetivo de la protesta es detener la política «genocida» del gobierno dirigida a ampliar la producción de gas y petróleo.
Es hora de poner fin al uso del petróleo, recalcó el grupo ecologista, tras aseverar que los hidrocarburos financian guerras, matan a personas en el sur global y destruyen el futuro de los jóvenes en todo el mundo.
La policía británica informó, por su parte, que al menos media docena de personas fueron arrestadas durante la protesta.
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