Muchos afectados por esa patología demandan fármacos especializados, pero les son negados, pese a la presentación de amparos judiciales instrumentados en su defensa, denunció la Asociación de Pacientes con Cáncer.
“Tengo compañeras que todos los días me preguntan por su medicamento y al decirles que aún no hay novedades, rompen en llanto”, lamentó Juana Moreno, secretaria general de esa institución benéfica, citada por el diario ABC Color.
La cura de esos enfermos se enlentece por la ausencia de medicamentos adecuados y eso los afecta emocionalmente, mientras sus familiares no saben qué hacer ni a quién recurrir, y muchos mueren en espera de una solución.
Según Moreno, la justicia local dictó unas 50 sentencias de amparos judiciales que ordenan al Ministerio de Salud proveer medicamentos a esos pacientes, sin que hasta ahora nadie respondiera a ninguna de ellas.
Los especialistas insisten en que esta triste situación, además de demorar o impedir el tratamiento y las posibilidades de supervivencia, empeora la salud mental de mujeres y hombres enfermos y perjudica su calidad de vida.
La Asociación de Pacientes con Cáncer alega, incluso, la falta de medicamentos comprendidos en el listado básico para el tratamiento de esa patología, como la enzalutamida y la dacarbazina.
Moreno afirmó que es inaceptable mantener esa lucha sin respuesta por derechos humanos como la salud y la vida, y aseguró que los pacientes ya hablan de posibles medidas de fuerza, como salir a las calles a exigir los fármacos.
Otros enfermos oncológicos denunciaron el 17 de marzo ante el Ejecutivo el déficit de medicinas y otros insumos para tratar su enfermedad en instalaciones públicas, donde soportan hace tiempo tratamientos insuficientes.
Las propias autoridades y especialistas del Instituto Nacional del Cáncer recurren a laboratorios privados para determinados estudios, por carecer de reactivos para investigaciones orientadas por especialistas.
Otros obstáculos para enfrentar la enfermedad, añade Moreno, son los elevados costos para garantizar tratamientos eficaces, por lo que muchas veces los enfermos acuden a las autoridades de Salud Pública.
Según medios como ABC Color, algunos pacientes compran las medicinas con sus propios recursos para no abandonar los centros de atención médica, donde quienes no pueden pagar son “reagendados” para 15 ó 20 días.
Los enfermos realizan también algunas protestas pacíficas para exigir la provisión de fármacos para continuar su tratamiento, aunque las autoridades asguran n que esa es “una de sus prioridades”.
jcm/apb
