Luis García, director del Centro de Dignificación Humana dijo que los migrantes se quejan porque las autoridades nunca intentaron dialogar y fueron perseguidos como nunca, y precisó que él es uno de los heridos.
Comentó que ante la falta de respuesta en la entrega de documentos migratorios, 600 personas aproximadamente, a las que luego se unieron más de 200, iniciaron ayer viernes una caravana de Tapachula a la Ciudad de México y se enfrentaron con guardias a las afueras de esa ciudad fronteriza.
Expresó que dos horas después de haber comenzado la caminata ocurrió el primer enfrentamiento, cuando los extranjeros lograron atravesar un contingente de decenas de agentes armados con escudos antimotines, a la altura del punto de revisión migratoria conocido como Viva México, en las afueras de Tapachula.
Los uniformados, apoyados por agentes de migración, no pudieron detener al grupo encabezado por hombres que entrelazaron sus brazos, empujaron el cerco policíaco y entre gritos y golpes pasaron.
García señaló que la caravana denominada Viacrucis Migrante continuó su camino, pero cinco kilómetros más adelante “fueron agredidos” por los agentes, lo que provocó una segunda gresca.
Fueron varias horas de persecución por el monte, detuvieron a 92 personas y lesionaron a 27, según la fuente.
Explicó el activista que alrededor de 600 migrantes lograron llegar a la comunidad Álvaro Obregón, a 18 kilómetros de Tapachula.
En entrevista telefónica a La Jornada, García informó que también solicitaron medidas cautelares urgentes a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Las autoridades del gobierno todavía no han informado de esos hechos reportados por canales de televisión.
oda/lma
