De acuerdo con un boletín de la cancillería, al presentar la iniciativa, junto a Azerbaiyán, el país reiteró el convencimiento de que el acceso y la distribución equitativa y no discriminatoria de las vacunas contra la enfermedad son cruciales para una recuperación económica y social de la pandemia.
La resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas insta a los estados y actores relevantes a implementar medidas adecuadas para garantizar el acceso y distribución justa, transparente, equitativa, eficiente, universal y oportuna de las vacunas contra el coronavirus.
Asimismo, precisó la cartera de la diplomacia, exhorta a los países a reforzar la cooperación internacional en esa materia y propone la elaboración de un informe sobre buenas prácticas y desafíos.
La información recuerda declaraciones de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en septiembre pasado, cuando afirmó que la situación global de la accesibilidad a las vacunas contra la Covid-19 se mantiene desigual.
Entonces se habían administrado más de cinco mil 700 millones de dosis en todo el mundo y el 73 por ciento de ellos estaba concentrado en solo una decena de países.
«El acceso desigual a las vacunas representa una amenaza en múltiples aspectos, incluyendo su impacto negativo en la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», insistió la cancillería.
En consecuencia, concluyó que los esfuerzos para garantizar la equidad en ese aspecto, son un imperativo de derechos humanos.
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