El monto adicional se suma a los mil 600 millones de dólares ya comprometidos por el Pentágono para brindar equipamiento militar a Kiev, como cohetes guiados por láser, drones, municiones, dispositivos de visión nocturna, sistemas tácticos de comunicaciones, entre otros.
Buena parte de ese arsenal proviene de la propia reserva estadounidense, en tanto los 300 millones de dólares anunciados la víspera se destinarán a nuevos contratos para equipamiento militar de socios de la industria de defensa, indica un comunicado.
Asimismo, el portavoz del Pentágono, John Kirby, apuntó que Washington seguirá “trabajando con sus aliados y socios para identificar y proveer capacidades adicionales a los ucranianos». El pasado miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, hablaron por teléfono sobre «capacidades adicionales» para ayudar al ejército de ese territorio de Europa del Este, según difundió la Casa Blanca.
A mediados de marzo, el Congreso norteamericano aprobó una ley de financiamiento que incluía 13 mil 600 millones de dólares en ayuda humanitaria y militar para Ucrania y los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el este de Europa.
Por su parte, Biden ya presentó un plan de presupuesto para el año fiscal 2023 divorciado de la realidad nacional, con un aumento histórico en el gasto militar, pese a la crisis económica y la inflación.
La Casa Blanca pidió al Congreso 813 mil millones de dólares con el fin de garantizar la defensa de la nación, incluidos 773 mil millones para el Pentágono.
El plan propone nuevas inversiones en el arsenal nuclear, la construcción de un nuevo bombardero furtivo de largo alcance y de submarinos de propulsión nuclear, entre otros sofisticados armamentos.
Biden pone en primer lugar el gasto militar en medio del conflicto en Europa del Este entre Rusia y Ucrania, una situación que, según analistas, fue alentada por Washington y sus aliados de la OTAN.
No obstante, economistas, expertos y el pueblo estadounidense discrepan sobre esas prioridades y creen que tal iniciativa no responde a los verdaderos intereses y preocupaciones nacionales.
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