El dirigente palestino exigió en un comunicado castigo para los autores de “este crimen atroz”.
Israel debe poner fin a la ocupación y a sus sistemáticas violaciones contra nuestro pueblo y permitirnos crear un Estado independiente con Jerusalén Este como capital, subrayó.
Por su parte, el vocero presidencial, Nabil Abu Rudeina, condenó la muerte de los tres palestinos, hecho que coincidió con el inicio del Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
Esta nueva escalada podría llevar a una explosión de la situación en los territorios palestinos, advirtió el funcionario.
Mientras algunos buscan reducir las tensiones durante el Ramadán, las fuerzas de Tel Aviv ejecutan este ataque premeditado, subrayó.
Las acciones del vecino país constituyen una amenaza y un desafío flagrante a la legitimidad y al derecho internacional, aseguró el político.
Abu Rudeina llamó a Israel a detener esas prácticas que amenazan la seguridad, la estabilidad y la calma en la región.
En ese sentido, alertó que las autoridades de esa nación asumirán “las consecuencias de esta peligrosa escalada, cuyas repercusiones serán nefastas y peligrosas”. Fuentes de seguridad palestina explicaron a la agencia oficial de noticias Wafa que los uniformados israelíes interceptaron esta madrugada el automóvil en que viajaban los tres milicianos y los mataron, tras un tiroteo cerca de la localidad de Arraba, en la norteña gobernación de Jenin.
Los fallecidos fueron identificados como Saeb Abahra (de 30 años), Khalil Tawalbeh (de 24) y Seif Abu Libda (de 25).
El Centro Médico Rambam, en la ciudad de Haifa, anunció que cuatro militares israelíes resultaron heridos durante el incidente, uno de ellos de gravedad.
Tras la operación, varias organizaciones palestinas, entre ellas la Jihad Islámica y el Movimiento de Resistencia Islámica, amenazaron con represalias.
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