Durante casi medio mes, la empresa ferroviaria trabajó en el mantenimiento de las vías y del equipo afectado por el sismo de magnitud 7.4 que el pasado 16 de marzo provocó el descarrilamiento del tren de alta velocidad Yamabiko 223 de Tokio a Sendai, entre la estación Fukushima y la de Shiroishizao.
Para liberar el camino, los trabajadores levantaron los vagones con soportes hidráulicos y grúas hasta recolocarlos en el carril.
Según JR East, los viajes a través de la línea restablecida se reducirán al 50 por ciento por cuestiones de seguridad y los vehículos circularán a 160 kilómetros por hora (la mitad de la velocidad estándar).
La reanudación completa de los servicios Tohoku Shinkansen está prevista para el 20 de abril.
Poco después del accidente, JR East comunicó que el conductor del tren bala activó el freno de emergencia en cuanto percibió el temblor, pero 16 de los 17 vagones de la maquinaria se salieron de los rieles, sin lamentar víctimas humanas.
Durante las obras en la zona siniestrada la empresa suspendió sus operaciones en algunos tramos y redujo el número de líneas en otras rutas como Tokio-Nasu Shiobara y Marioka-Shin Hakodate Hokuto.
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