Sewing habló en su papel de presidente de la Asociación de Bancos de Alemania (BdB), añadiendo que los riesgos económicos inmediatos son manejables para la banca germana, así como para el sistema financiero europeo en su conjunto.
En una declaración, el banquero señaló que la inflación por encima del siete por ciento registrada en Alemania refleja el impacto de los elevados precios de la energía.
Especificó que también expresa ese dato razones estructurales. Asimismo, advierte de que las altas tasas de inflación tienen enormes efectos de redistribución y ejercen una presión particular sobre las personas con bajos ingresos.
Significó que cada mes aumenta el riesgo de empeoramiento, por lo que considera urgente actuar y la necesidad para el Banco Central Europeo (BCE) de demostrar un firme control y estar listo para enviar una señal sobre los tipos de interés antes de final de año.
Dijo que la guerra entre Rusia y Ucrania, y la pandemia de la Covid-19 afectan a la economía alemana, que podría crecer alrededor del dos por ciento este año.
Pese a ese reporte, reseñó que tal previsión está sujeta a reservas debido a la existencia de riesgos considerables, incluyendo en primer lugar los precios de la energía, pero también las nuevas medidas de confinamiento en China por la pandemia.
La medida del país asiático tiene, por demás, un potencial efecto sobre la producción y los cuellos de botella, lo que sería un gran revés para la economía mundial, apuntó.
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