«Después de sobrevivir a una pandemia, es inaceptable tener todavía siete millones de muertes prevenibles e incontables años de buena salud perdidos debido a la situación atmosférica”, señaló la entidad tras un análisis de más seis mil ciudades de 117 países.
La directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira, aseguró que el informe divulgado constituye la mayor base de datos sobre las concentraciones de dióxido de nitrógeno, un contaminante urbano común y precursor de partículas y ozono.
Eso es lo que decimos cuando observamos la montaña de datos, pruebas y soluciones disponibles sobre la contaminación del aire, describió la experta, para quien, en cambio, todavía se ejecutan demasiadas inversiones en un medio ambiente contaminado, en lugar de en un aire limpio y saludable.
También –agregó Neira- se realizan mediciones de material particulado (hollín de diesel, polvo de vías, de la agricultura y las migas resultantes de procesos productivos) con diámetros iguales o menores a 10 micrómetro o 2,5 micrómetro.
Ello tiene la capacidad de penetrar en los pulmones y en el torrente sanguíneo, lo cual provoca problemas cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios, sentenció.
Ambos grupos de contaminantes tienen su origen principalmente en actividades humanas relacionadas con la quema de combustibles fósiles, explicó la OMS en el texto.
«Las preocupaciones energéticas actuales resaltan la importancia de acelerar la transición hacia sistemas energéticos más limpios y saludables”, enfatizó la agencia sanitaria de las Naciones Unidas.
Ante tal situación, pidió a los gobiernos adoptar o revisar e implementar estándares nacionales de calidad del aire, de acuerdo con las últimas Directrices de Calidad del Aire emitidas.
Además, monitorear la calidad del aire e identificar las fuentes de contaminación, así como apoyar la transición hacia el uso exclusivo de energía doméstica limpia para cocinar, calentar e iluminar.
La OMS instó a construir sistemas de transporte público seguros y asequibles y redes amigables para peatones y ciclistas, e implementar normas más estrictas sobre emisiones y eficiencia de los vehículos, entre otras.
La evaluación realizada llega previo a la celebración el próximo 7 de abril, del Día Internacional de la Salud.
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