A propósito este lunes del Día Mundial de Lucha contra la Obesidad, el oficial de nutrición de la oficina regional de ese organismo para Mesoamérica y el país canalero, Israel Ríos, explicó a Prensa Latina que los proyectos apuntan al rescate de hábitos alimenticios y estimulan en comunidades rurales e indígenas la agricultura familiar.
De igual manera, resaltó, es importante que definitivamente se establezcan normas jurídicas que respalden esos propósitos, entre ellas la relacionada con las etiquetas frontales en los productos que se comercializan en la red de mercados.
Desde enero de 2020 una comisión de la Asamblea Nacional (parlamento) valora el proyecto de Ley 265, sobre el llamado etiquetado frontal de los alimentos sobre advertencia nutricional.
Al respecto, Ríos catalogó de cardinal la iniciativa presentada al legislativo por organizaciones como el Movimiento de Alimentación Saludable, la Asociación Panameña de Nutricionistas y Dietistas; y la Fundación Panamá Saludable, entre otras.
Esa medida intenta que las compras sean informadas, pues existen fuertes campañas de mercadeo que promueven rubros empacados y bebidas azucaradas, sobre todo dirigidas a los infantes, en momentos en que el sobrepeso y la obesidad alcanzan cifras récords en Panamá.
Ríos alertó sobre el auge de enfermedades crónicas no transmisibles, que se inician con la obesidad como factor intermedio.
Además ratificó datos de una encuesta nacional de Salud que se realizó en 2019 -antes de la pandemia de Covid-19- y arrojó que con una población de 4,2 millones de habitantes, un 35,3 por ciento de los mayores de 18 años padecen de obesidad y un 36,4 por ciento de sobrepeso.
Ello hace que un alto por ciento de istmeños sufran de exceso de peso, indicador que Ríos consideró se deriva luego en dolencias como diabetes o hipertensión arterial, cuyas complicaciones comunes terminan en enfermedades cardiovasculares o daño renal, entre otras.
También se conoce que un 13 por ciento de los niños menores de cinco años son obesos.
Al respecto, comentó que en la mesa del panameño se debe estimular más el consumo de vegetales, legumbres, granos y frutas, para impulsar dietas tradicionales y evitar los alimentos chatarra.
El experto explicó que antes de la pandemia, la principal causa de muerte en el país eran el infarto y los problemas cardiovasculares. Además entre las 10 principales causas de decesos sobresalen el cáncer, la diabetes, y las enfermedades hipertensivas, entre otras.
«Todas ellas tienen algo en común, los malos hábitos de alimentación, los cuales inician desde la infancia y menoscaban el potencial, calidad y esperanza de vida de la población”, lamentó.
La obesidad, indicó, como regla está asociada a una mala alimentación.
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