En un escueto comunicado, la Cancillería no precisó la cantidad de personas expulsadas, solo que se trata de una acción enmarcada en la postura de la Unión Europea (UE), algunos de cuyos Estados miembros adoptaron medidas similares, a las que Moscú suele responder bajo el principio de reciprocidad.
“Nuestra primera responsabilidad es siempre garantizar la seguridad de los franceses y los europeos”, agregó la entidad, en medio de la posición hostil de occidente hacia Rusia por sus operaciones militares en Ucrania.
Moscú atribuye sus acciones a la necesidad de proteger de la agresividad de Kiev a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, a las que reconoció como independientes, mientras Estados Unidos y la UE la acusan de agredir injustificadamente a su vecino.
Rusia también denuncia el uso de Ucrania como una nueva punta de lanza de occidente para expandir aún más a la Organización del Tratado del Atlántico Norte por el este europeo.
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