De acuerdo con medios de prensa locales, la consulta popular no contó con la participación suficiente para ser considerada válida.
El plebiscito coincidió con las elecciones parlamentarias en Hungría, en las cuales el partido del mandatario obtuvo de nuevo una amplia mayoría.
Los votantes del referéndum debían responder a cuatro preguntas relativas a las últimas reformas del Gobierno para impedir contenidos diversos en las escuelas.
En los cuatro casos, la proporción de votos a favor superó el 90 por ciento, con lo que Orbán logró así alcanzar la mayoría que exige la ley para la consulta.
Sin embargo, los votos válidos no representaron a más de la mitad del electorado, pues rondaron el 44 por ciento, según las autoridades electorales.
El Gobierno de Orban es defensor de la premisa básica de que son los padres quienes tienen el derecho último de elegir la educación que reciben sus hijos.
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