Omar López, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), informó que ese adelanto digital, con código QR, será parte de la nueva interpretación de la necrópolis y se inserta también en el programa de celebraciones por los 25 años de esa entidad, el próximo día 28.
Otra primicia de ese enclave funerario de notables alcances culturales es la puesta en funcionamiento del primer cenizario jardín en el país, que en la explanada frontal recibió ya los restos de connotados artistas cubanos, entre ellos los del actor Enrique Molina, apuntó el arquitecto.
López resaltó el carácter innovador de los cambios realizados en años recientes en el camposanto, principalmente la creación de una suerte de altar patriótico con la alineación, junto al Mausoleo a José Martí y el monolito de Fidel Castro, de las tumbas de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales.
Exaltó la trascendencia de ese espacio, el cual cobija a los dos cubanos más universales que son el Héroe Nacional y el líder histórico de la Revolución.
El Premio Nacional de Arquitectura aludió a las nueve mil esculturas que abriga el cementerio, algunas de ellas, réplicas de famosas obras en el mundo, que se complementan con otras verdaderas joyas del arte funerario.
Enfatizó el experto en el concepto de que lo patrimonial es lo valioso más allá del tiempo transcurrido y esa es la premisa que ha guiado el trabajo de la OCC en estos cinco lustros, con resultados que enaltecen a los cubanos y santiagueros en particular.
La Oficina fue la primera con carácter de Conservador en la nación, después de la del Historiador de La Habana, y forma parte de la red de esos entes para velar por la conservación patrimonial a lo largo y ancho de la geografía cubana, con el fallecido doctor Eusebio Leal como paradigma.
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