El portavoz del ente militar, mayor general Ígor Konashénkov, reportó que también fueron eliminados dos puestos de control, además de nueve fortificaciones y 59 zonas de concentración de equipamiento bélico ucraniano.
Las fuerzas de defensa antiaérea de Moscú derribaron dos helicópteros militares Mi-8 y Mi-24 y cinco drones de las tropas enemigas.
Desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania, las Fuerzas Armadas de este país aniquilaron 421 vehículos aéreos no tripulados, 223 sistemas de lanzacohetes múltiples, así como dos mil 19 tanques y vehículos blindados.
Entre las bajas también están mil 917 unidades de vehículos militares especiales y 874 piezas de artillería de campaña y morteros.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni a las ciudades ucranianas, sino contra las infraestructuras militares del país.
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