Aparte de preparar la infraestructura, muchas regiones proceden con pruebas PCR en ciudades completas inmediatamente después de detectar pacientes con la enfermedad y urbes como Wuhan exigen presentar resultados recientes de esos exámenes para tomar el metro y los autobuses públicos.
Además, el Ministerio de Educación y la Comisión Nacional de Salud este martes revelaron un plan que instruye a las escuelas reforzar las medidas para prevenir y reducir al mínimo la posibilidad de focos infecciosos entre alumnos, profesores y trabajadores no docentes.
A juicio de expertos, la decisión de prepararse con tiempo para afrontar los peores escenarios refleja la plena vigencia de la estrategia de tolerancia cero a la Covid-19 en el país.
El Gobierno revalidó su apego a esa política y la considera la mejor manera de manejar grandes rebrotes como el de Shanghái, donde hay predominio de casos asintomáticos e infectados con la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2.
La complejidad de la situación epidemiológica obligó a imponer el confinamiento y realizar tres rondas seguidas de pruebas PCR y de antígenos a los más de 25 millones de habitantes de esa metrópoli, el corazón financiero de China.
Este martes Shanghái concentró 23 mil 342 de los 24 mil 659 casos de Covid-19 reportados a nivel nacional.
De manera general, China acumula al menos 14 mil 319 muertos y 503 mil 565 casos en su parte continental, Hong Kong, Macao y Taiwán desde el surgimiento de la patología y del coronavirus que la provoca en diciembre de 2019.
El presente rebrote estalló en marzo pasado y es el peor registrado en el gigante asiático en dos años.
Epidemiólogos advirtieron a la población sobre el peligro de contagiarse con la Ómicron y refutaron aseveraciones que la comparan con una gripe fuerte.
Incluso, Hong Kong llamó a los padres a estar pendientes de la evolución de los niños tras recuperarse de la Covid-19, pues muchos presentan secuelas con el paso de los días.
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