El aparato electrónico de más de tres metros de altura se encuentra en el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, dedicado a las víctimas del bombardeo atómico del 6 de agosto de 1945.
La víspera, la pantalla digital marcaba 499 jornadas, a partir del experimento autorizado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en noviembre de 2020.
Luego cambió a 209, cuando los habitantes de Hiroshima supieron de los nuevos ensayos, esta vez bajo la administración de Joe Biden, en junio y septiembre de 2021.
Takuo Takigawa, director del museo, dijo que es muy decepcionante enterarse de estas pruebas en medio de una situación global en la que preocupa el riesgo del uso de armas nucleares, reseñó la agencia Kyodo.
El medio japonés publicó recientemente que un portavoz de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear del gobierno de la Casa Blanca confirmó la fecha de las pruebas, ambas en Nevada, y se refirió a los datos que garantizaban la confiabilidad de las reservas nucleares.
De acuerdo con la fuente, Estados Unidos considera indispensables los experimentos nucleares subcríticos, en aras de modernizar sus ojivas en misiles balísticos intercontinentales y el desarrollo de un nuevo tipo de misil de crucero conocido como armas de separación de largo alcance.
Los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki, únicos testigos presenciales del poder devastador de un ataque atómico, luchan por años a favor del desarme y presionan al gobierno japonés para que firme el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, refrendado por la ONU en 2017.
Sin embargo, Tokio rechaza las peticiones de este grupo cada vez menor al alegar que el convenio no es un camino realista, pues carece del respaldo de los estados portadores de bombas atómicas.
La nación asiática se encuentra bajo el paraguas nuclear de Estados Unidos, que le permite tener un sistema de defensa ante un hipotético ataque enemigo.
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