El defensor precisó que Fujimori, quien cumple una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad, fue evacuado a un hospital de la seguridad social en la ambulancia que está permanentemente a su disposición en la prisión construida para él como único ocupante.
Tras ser estabilizado, lo condujeron a la clínica privada Centenario, para recibir atención especializada, según el letrado, quien reconoció que son muy buenos los cuidados que recibe por el personal de la prisión, donde tiene todo el tiempo una enfermera.
Riera descartó que el malestar de su cliente está vinculado a la reciente resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que bloqueó un indulto reactivado por el Tribunal Constitucional al indicar que el Estado peruano no debe acatar el fallo de la corte peruana.
La corte foránea -a la que está adscrito Perú- fundamentó la decisión en el hecho que el indulto no se ajusta a los parámetros establecidos por la CIDH tras decretarlo en diciembre de 2017 el entonces presidente, Pedro Pablo Kuczynski.
El indulto fue declarado ilegal por la Corte Suprema, que en octubre de 2018 y lo anuló por irregularidades y Fujimori tuvo que volver a la prisión construida para él en un cuartel de la policía.
La CIDH se pronunció contra la reactivación del perdón a pedido de los familiares de las víctimas de dos matanzas por las que Fujimori fue condenado autor mediato de esos y otros delitos, cometidos cuando gobernaba con mano dura el país (1990-2000).
Los deudos declararon que aceptarían que el exgobernante sea enviado a su casa de comprobarse que su salud es muy grave y no solo tiene achaques propios de la edad.
Exigen que además cumpla con el requisito legal de reconocer sus crímenes y pedir perdón y con el pago de la reparación fijada para los familiares.
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