Descubrimos que, antes de la aparición de la variante Ómicrom, la inmunidad estaba a la par en ambos casos, aseveró el director de análisis médico de Providence Research Network y autor principal del estudio, Ari Robicsek.
“Dicho esto, la vacunación es una forma considerablemente más segura de adquirir esa protección”, subrayó el científico, entre quienes examinaron datos de más de 100 mil personas del 1 de octubre de 2020 al 1 de noviembre del año siguiente.
Los implicados observaron que la infección previa por Covid-19 protegía en un 85 por ciento contra la reinfección y en un 88 contra la hospitalización, algo que duraba hasta nueve meses después del contagio inicial, remarcaron.
“Estos datos son clave para ayudarnos a comprender la fuerza y la longevidad de la inmunidad natural y nos permiten comparar la eficacia de una infección anterior con las vacunas de ARNm”, expresó la directora clínica de Providence Research Network, Amy Compton-Phillips.
Los resultados expusieron una nueva perspectiva sobre la duración de la protección después del contagio inicial entre la población no vacunada y podrían tener implicaciones importantes para las pautas de inyección y la política de salud pública, acotó la experta.
La evaluación realizada devino una de los más grandes de su tipo no solo en escala, sino también en su extenso período de seguimiento y la inclusión únicamente de personas no inoculadas con Covid-19 sintomático.
Participaron, además de investigadores de Providence Research Network, uno de los sistemas de salud más grandes de los Estados Unidos, miembros de la Universidad de Chicago.
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