De acuerdo con fuentes oficiales en esta capital, el jefe de la agencia, Fatih Birol, presentó un conjunto de medidas para los consumidores europeos.
En su opinión, el efecto de aplicar este tipo de recomendaciones supondrá un ahorro de unos 500 euros por hogar al año.
Birol instó a los consumidores a reducir el uso de aparatos de calefacción y aire acondicionado, a trabajar desde casa o usar el transporte público, y a limitar la velocidad al conducir en las carreteras.
En marzo, la AIE presentó un plan para reducir las importaciones de gas ruso en 50 mil millones de metros cúbicos, es decir, más de un tercio durante el año.
Las medidas propuestas incluyen no firmar nuevos contratos de gas con la compañía rusa Gazprom; maximizar los suministros de otras fuentes; acelerar el despliegue de instalaciones de energía solar y eólica, entre otras.
El problema con el combustible en Europa empeoró tras la aplicación de sanciones a Rusia por parte de Occidente, después de la operación lanzada por ese país en territorio de Ucrania.
Luego del reconocimiento de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, el pasado 24 de febrero el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el lanzamiento de una operación militar especial en suelo ucraniano.
Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y otros países occidentales anunciaron, posteriormente, que impondrían sanciones contra las personas físicas, jurídicas y entidades gubernamentales rusas.
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