La Premio Nacional Francisca López, junto a otros investigadores, consideró que esa política persigue cada vez desencadenar estallidos internos y recordó los sucesos registrados el pasado 11 de julio en varias provincias.
Hay una línea de continuidad aunque con particularidades en coyunturas específicas en las que está presente la imposibilidad de aceptar la quiebra de la hegemonía norteamericana en esta parte del mundo y por tanto, aseguró, la necesidad de destruir lo que representa la Revolución.
Unos 80 delegados asisten a la cita que tiene por sede la Universidad Hermanos Saíz de Pinar del Río, donde serán abordadas temáticas relacionadas con el proceso revolucionario cubano desde 1868 hasta 1959; las transformaciones políticas y económicas y los procesos educaciones y culturales del período revolucionario.
Auspiciado por la Unión de Historiadores de Cuba, el cónclave tiene el coauspicio del Ministerio de cultura, la Academia de la Historia de Cuba, el Instituto de Historia de Cuba, la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado y otras instituciones de prestigio en la nación.
Cuatro comisiones de trabajo tienen a su cargo la presentación y análisis de las ponencias, insertadas a un rico programa científico-teórico que tomará también en cuenta las relaciones internacionales de la isla y sus expresiones diplomáticas, políticas, jurídicas y militares.
Un programa colateral posibilitará el intercambio con pobladores de comunidades vulnerables, visita a lugares de interés y el homenaje a figuras prominentes de la región como los hermanos Luis y Sergio Saíz, víctimas de la dictadura batistiana que imperara en Cuba hasta finales de 1958.
El inicio de las sesiones del XXIV Congreso Nacional de Historia, que concluirá este 23 de abril, fue saludado por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, quien resaltó el legado histórico de Cuba y su pueblo.
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