Agradecemos el apoyo del gobierno etíope a la Federación en las Naciones Unidas, durante la votación de resoluciones relacionadas con Ucrania, y esperamos continuar nuestra colaboración en este y otros temas, comunicó la embajada del país euroasiático en esta capital.
Recibimos correos electrónicos y ciudadanos que expresan apoyo a nuestra nación en el conflicto, apuntó el comunicado, y señaló que ello es “manifestación de los lazos inquebrantables de amistad fraternal y apoyo mutuo entre los dos pueblos”.
Asimismo, enfatizó que la embajada “cumple estrictamente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, según la cual el reclutamiento de voluntarios extranjeros no está comprendida en la gestión diplomática”.
No aceptamos ninguna solicitud de alistamiento en las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia. Confiamos en que nuestras fuerzas tienen capacidad suficiente para cumplir las tareas responsables que les asignan, declaró el texto.
El gobierno de Etiopía reaccionó con una nota oficial, en la cual aseguró que acogió con satisfacción la información de la embajada de Rusia y agradeció su respuesta rápida y transparente para refutar reportes infundados acerca del tema, divulgados recientemente.
Durante los últimos días también sobresalieron nuevas denuncias oficiales contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF).
La Comisión Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres acusó al Frente de hundir en la inseguridad alimentaria al pueblo de Afar y el ministerio de Relaciones Exteriores lo culpó de devastar infraestructuras de salud de esa región y Amhara.
Según dijo el jefe de relaciones públicas de la Comisión, Debebe Zewde, debido a la invasión del TPLF (siglas en inglés) en 2021, Afar quedó en una situación muy crítica, que obliga a realizar grandes esfuerzos económicos para rehabilitarla.
Un millón 300 mil ciudadanos necesitan ayuda alimentaria inmediata, la mayoría procede de 21 distritos donde la beligerancia de la organización provocó daños enormes, explicó el funcionario, quien consideró la criminalidad del grupo un obstáculo para llevar apoyo humanitario a la zona.
Por su parte, la cancillería afirmó que arruinó los sistemas de salud en Afar y Amhara, durante la invasión de esos estados, después de una tregua humanitaria declarada de manera unilateral por las autoridades federales.
En Afar, dejó inhabilitados un hospital, 17 centros de salud y 42 puestos. Y en Amhara destruyó 40 hospitales, 453 clínicas, mil 850 sanatorios o dispensarios, cuatro bancos de sangre y una planta de oxígeno, denunció el portavoz del Ministerio, Dina Mufti.
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