Los mercados globales tocaron al cierre mínimos de cinco semanas y el rendimiento de los bonos se disparo a máximos de varios años el viernes, mientras los inversores se preparaban para las subidas de tasas de interés en Estados Unidos, Reino Unido y la zona euro.
Por su parte, el yuan se depreciaba a un mínimo de nueve meses, ya que los confinamientos en Shanghái por la Covid-19 afectan a las perspectivas de crecimiento de China.
Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, dijo que un alza de tasas de medio punto estará en el tapete de cara a la reunión sobre el particular en mayo próximo.
Funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) reseñaron que las tasas en la zona euro podrían empezar a subir en julio, mientras el Banco de Inglaterra, indicó que es probable el costo del préstamo deba aumentar más.
En ese sentido, la Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra realizaron esta semana comentarios agresivos en los mercados, y estos reaccionan.
La directora del Instituto Amundi, Monica Defend, señaló que para la zona euro son escépticos sobre la fragilidad del ciclo económico, sobre todo cuando está latente la posibilidad de recesión en Alemania e Italia.
El índice mundial de acciones de MSCI perdió 0,49 por ciento, su mínimo desde mediados de marzo, y se encaminó a un declive del 0,75 por ciento en la semana.
Es importante considerar que el Powering better investment decisions (MSCI) es un ponderador estadounidense de fondos de capital de inversión, deuda, índices de mercados de valores, fondos de cobertura y otras herramientas de análisis de carteras.
Los futuros del S&P 500 bajaron 0,25 por ciento tras el desplome de los índices de Wall Street. Las acciones europeas cedieron 1,3 por ciento, y el CAC 40 francés restó 1,63 por ciento, mientras el FTSE británico perdió 0,8 por ciento.
La presión vendedora persistía en los mercados de bonos, impulsando el rendimiento de la deuda del Tesoro estadounidense a cinco años al tres mil 49 por ciento, y el de las notas a dos años al dos mil 776 por ciento, ambos en su máximo desde fines de 2018.
En los mercados de divisas, el yuan chino tocó un mínimo de nueve meses y se encaminó a su peor semana desde 2018. JPMorgan recortó su previsión para esa moneda el viernes, sumándose a la visión cada vez más sombría sobre el yuan entre los principales bancos de inversión.
El dólar operó estable contra la moneda japonesa en 128,35 yenes después de que se hablara de una intervención cambiaria conjunta entre Japón y Estados Unidos.
Por su parte, el euro cotizó con escasos cambios, a 1,0822 dólares , frenando el rebote del jueves a medida que aumentan los nervios por las elecciones presidenciales francesas del domingo. El índice dólar subió 0,2 por ciento, acercándose a máximos recientes de dos años.
Mientras, la libra esterlina caía a su mínimo desde fines de 2020 frente al dólar, después de que las ventas minoristas británicas bajaron más de lo esperado en marzo.
El índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón, perdió 1,1 por ciento, a un mínimo de cinco semanas. El Nikkei nipón cedió 1,63 por ciento.
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