Según un comunicado de la Dirección de Comunicación de la presidencia de este país, en una reunión en la que participaron representantes gubernamentales y del ejército de ambos países, las autoridades burkinesas pidieron, por su parte, aumentar las operaciones militares sobre el terreno.
Tras reconocer las acciones contra entes radicales por las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Mali, autoridades de Burkina Faso abogaron también por potenciar la seguridad en la zona del Sahel, y, en particular, en la frontera común, precisó el documento.
Según trascendió, encabezó la delegación burkinesa el Comandante del Teatro de Operaciones militares, teniente coronel Ives-Didier Bamouni, en tanto, la parte maliense estuvo liderada por el Presidente del Consejo Nacional de Transición, coronel Malick Diaw.
Dentro de Burkina Faso, como en otros países vecinos como Mali, tropas de estados africanos combaten de forma conjunta desde hace años a los entes radicales Boko Haram, el Estado Islámico en el Gran Sahara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes.
Cifras oficiales corroboran que desde 2016 el flagelo del terrorismo en Burkina Faso causó la muerte de cientos de personas, el desplazamiento de 1,8 millones de civiles y la clausura de una cifra superior a las tres mil escuelas.
Como consecuencia de la violencia desatada en este territorio, sobre todo en zonas norteñas, además de los crímenes cometidos, fueron saqueados rebaños de ganado y destruidas propiedades.
Recientemente el presidente de la transición en Burkina Faso, teniente coronel Paul-Henri Damiba, llamó a la comunidad internacional a apoyar los esfuerzos de este país en la lucha contra el terrorismo y a dar una respuesta eficaz y urgente a la crisis humanitaria provocada por la inseguridad.
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