Realizada como parte de la campaña nacional y publicada por la revista británica The Lancet Global Health, la investigación evaluó la eficacia de CoronaVac (Sinovac Biotech), AZD1222 (Oxford-AstraZeneca) o BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) aplicadas en quienes completaron dos inyecciones con CoronaVac, la pauta más usada en el país.
Los autores compararon la vacunación de las dosis de refuerzo contra los casos sintomáticos del SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, confirmados por laboratorio y los resultados de contagiados en cuanto a hospitalización, ingreso a la unidad de cuidados intensivos y muerte.
Obtuvieron, entre otros valores, una efectividad ajustada del fármaco en la prevención de la Covid-19 sintomática del 79 por ciento para dos inoculaciones más el refuerzo de CoronaVac, del 97 para uno de BNT162b2 y del 93 por ciento para un refuerzo de AZD1222.
La investigación, que tuvo a Delta como la variante circulante predominante, explicó que los programas de refuerzo comenzaron en varias naciones debido a la evidencia emergente de inmunidad menguante de dos dosis.
Para los implicados la evidencia previa sugería que las vacunas inactivadas como Coronavac ofrecen una protección más baja contra aquellas con tecnología de ARNm de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Este devino uno de los primeros análisis sobre la eficacia de los fármacos de refuerzo para los biológicos inactivadas contra el SARS-CoV-2.
Un estudio reciente en Brasil demostró que las vacunas de refuerzo homólogas y heterólogas (BNT162b2 y AZD1222) siguiendo un calendario de inmunización primaria de CoronoVac eran seguras e inmunogénicas.
Uno de fase 1-2 en los Estados Unidos con refuerzos mRNA-1273, Ad26.COV2.S y BNT162b2 encontró que los refuerzos mixtos eran, en promedio, más inmunogénicos que los similares.
El gobierno chileno aconsejó que se utilicen refuerzos heterólogos como primera opción; en cambio, las personas pueden y han recibido un refuerzo homólogo como alternativa.
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