Deslaves e inundaciones, con saldo de 28 muertos y 45 heridos, son las consecuencias de esta temporada lluviosa, comenzada el 16 de marzo pasado.
Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, desde ese día y hasta el 19 de abril se registraron 276 eventos en 166 municipios de 19 departamentos.
Cundinamarca, Antioquia, Cauca, Tolima, Nariño y el Eje Cafetero son las zonas con mayor cantidad de municipios impactados por las fuertes precipitaciones.
Más de cinco mil 177 familias resultaron afectadas en estos eventos, 28 personas perdieron la vida, otras 45 resultaron heridas y una sigue desaparecida.
En cuanto a la vivienda, dos mil cuatro casas registraron algún tipo de afectación parcial y otras 107 fueron dañadas totalmente.
Ayer, por las fuertes lluvias registradas en Cundinamarca, en el municipio de Arbeláez se presentó la creciente de una quebrada que arrastró a tres adultos y a un menor, por lo cual bomberos del departamento y demás organismos de socorro activaron las medidas de emergencia.
El gobernador departamental, Nicolás García, aseguró que tres adultos y una niña de nueve años están desaparecidos y son buscados por los organismos de socorro.
García hizo un llamado a todos los habitantes del sector, para que por esta temporada eviten estar cerca de las quebradas o ríos, debido a las crecientes que han provocado las lluvias.
Además, señaló que los días venideros habrá lluvias aún más intensas que las registradas recientemente.
La directora del Ideam, Yolanda González, explicó que las precipitaciones de estos días se vieron fortalecidas por el fenómeno de La Niña.
Esta es una condición climática que forma parte de un ciclo natural-global conocida como El Niño-Oscilación del Sur de dos extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, precisamente conocida como La Niña.
El Ideam informó que debido a las precipitaciones de las últimas horas, que incrementaron los niveles de los ríos, se mantiene alerta roja (máxima) en los torrentes Magdalena, Cauca y Bogotá, naranja en el Putumayo y amarilla en el Caquetá.
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