«Tenemos un problema en Brasil que es la reconstrucción de las instituciones, las cuales funcionaban. ¿Cree que es normal la lucha entre el presidente y el Supremo Tribunal Federal (STF)? No es normal, algo está mal», afirmó Lula durante una entrevista con periodistas y youtubers difundidas en redes sociales.
Para el fundador del Partido de los Trabajadores, el jefe de Estado y el Supremo «no tienen que estar intercambiando púas. Es decir, el tribunal juzga y el presidente gobierna, cada uno cumple su función».
Lula hizo alusión a la crisis entre Bolsonaro y el STF, que tuvo un nuevo capítulo la semana pasada, con el indulto que el mandatario de tendencia ultraderechista concedió a Silveira, sancionado por actos antidemocráticos y amenazar a jueces.
«Por eso creo que Bolsonaro fue estúpido cuando tomó esa decisión y esa gracia que hizo», remarcó el exdirigente obrero, quien además consideró mediocre al excapitán del Ejército.
El decreto presidencial causó una fuerte polémica en la sociedad brasileña y partidos opositores recurrieron ante el Supremo para anular la gracia.
La organización política Red de Sustentabilidad admitió que el presidente tiene derecho constitucional de otorgar absolución a un condenado por la justicia, pero hubo un «desvío de finalidad».
Explicó que no se puede admitir que esa prerrogativa «sirva para proteger a un aliado político y particular de justa pena establecida por el Poder Judicial».
Ante los hechos, la corte superior pidió este martes al exmilitar que explique la indulgencia otorgada a su adepto legislador después de que ese juzgado lo condenó a ocho años de prisión.
Tal demanda fue formulada por la magistrada Rosa Weber, responsable en el Supremo de analizar la constitucionalidad del perdón otorgado a Silveira.
Durante la entrevista, Lula también comentó que la vida de Bolsonaro «no es consistente» con la de un cristiano y «no cree en Dios».
Llamó inteligente al pueblo evangélico, el cual no tiene que hablar con un pastor o un «bocazas que habla, habla y habla en nombre de Dios cometiendo pecados todos los días».
Hasta la fecha, el expresidente, quien recuperó los derechos políticos en marzo de 2021 tras ser anuladas sus condenas, encabeza todos los sondeos de opinión rumbo a las elecciones de octubre, en las que espera reelegirse Bolsonaro.
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