Durante una reunión este martes con los deportistas rusos que ganaron medallas en ese evento, el mandatario recordó que la delegación paralímpica para mostrar sus logros en una lucha abierta, honesta y reafirmar “su merecido estatus como los más fuertes”.
Manifestó que la prohibición de los competidores de Rusia y Belarús “no solo violó de forma directa los principios fundamentales del deporte, sino que los propios derechos humanos básicos fueron violados abierta y cínicamente”.
Recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, no tiene en cuenta el estatus político, legal o internacional del país que representa el atleta, sino a la persona misma. “Se violaron esos derechos”, subrayó.
El jefe de Estado denunció que los atletas rusos fueron discriminados por razones políticas, en función de su ciudadanía y nacionalidad. “¡Difícil de imaginar! Esto no es compatible con los principios del olimpismo. Bajo el disfraz de recomendaciones, se impusieron sanciones reales”, enfatizó.
En su opinión, el hecho evidencia el aumento de la comercialización de los Juegos Olímpicos y la dependencia del movimiento olímpico y paralímpico de los patrocinadores, cuyas “bolsas de dinero son muy grandes”. Apuntó que esa sumisión comercial “es el camino hacia la degradación, desafortunadamente”.
El presidente ruso explicó que Moscú ha denunciado el uso de dobles estándares y el principio de responsabilidad colectiva en el deporte.
«Guiados por la Carta Olímpica, reiteramos que los Juegos no son competiciones de países, sino de atletas, y pedimos que se limpie el deporte de una política que devalúa de manera sistemática todos sus valores, que convierte el deporte en una herramienta de manipulación”, dijo Putin.
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