Según el comunicado del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, «esta fue la mayor variación mensual del indicador desde febrero de 2003 (2,19 por ciento) y la mayor variación para abril desde 1995, cuando el índice resultó del 1,95 por ciento».
En lo que va de calendario, el IPCA-15 acumula una crecida del 4,31 por ciento y en los últimos 12 meses, del 12, superior al 10,79 por ciento notificado en similar periodo anterior.
Gran parte del incremento refleja la subida de los precios de los combustibles: la gasolina se encareció un 30 por ciento, mientras que el gasóleo trepó el 52,53.
El etanol, por su parte, escaló un 30,55 por ciento y también pesaron los importes del gas de cocina (+32,45 por ciento) y las facturas de electricidad (+30,16).
Con menor peso, pero mayor en los bolsillos de los más pobres, los costos de algunos alimentos también siguieron disparándose.
Los valores de las zanahorias aumentaron casi el 200 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que los tomates remontaron el 117 en la misma etapa.
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