La Casa Blanca precisó que ocho mil millones servirían como ayuda económica y tres mil millones de apoyo humanitario y alimentario.
“El costo de esta pelea, no es barato”, afirmó el mandatario este jueves al anunciar el pedido de una cuantía adicional para Ucrania, una movida política que podría prolongar y profundizar el conflicto en el país europeo, donde continúa la operación militar de Rusia.
Desde el inicio de la guerra, Washington ha enviado ayuda a Kiev por un valor superior a los tres mil 400 millones de dólares y la semana pasada Biden anunció otros 800 millones, pero para continuar el suministro de armamento durante los próximos cinco meses necesita el apoyo del legislativo.
El tamaño de la última contribución y la búsqueda de más dinero para el gobierno de Vladimir Zelensky subrayan el interés de la administración por apoyar a las fuerzas ucranianas, subrayó el diario Politico.
El proyecto del ejecutivo también prevé 500 millones de dólares para impulsar la economía nacional, en especial la producción de trigo y otros cultivos que experimentan escasez debido a la guerra.
Medios de prensa advierten que la estrategia de Washington de enviar una enorme cantidad de recursos y armas a Ucrania puede volverse en su contra.
En igual sentido se pronunció el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, quien reiteró hoy las advertencias de su gobierno sobre el peligro que constituye para la seguridad y la estabilidad europea el suministro de armas occidentales a Ucrania.
El ocupante del Despacho Oval visitará el próximo martes en Alabama una instalación de la compañía Lockheed Martin, fabricante de los misiles antitanque Javelin que el gobierno norteamericano destina a las fuerzas ucranianas.
Ese es un movimiento inusual de la administración para destacar su postura de política exterior, comentó el diario The Hill.
Los analistas opinan que Biden dejó a un lado los problemas apremiantes de su país, como la crisis económica y la inflación, por avivar un enfrentamiento bélico que no compete a Washington, mientras faltan apenas siete meses para las elecciones de medio término.
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