El 28 de abril de 2021, convocados por el Comité Nacional del Paro, miles de ciudadanos salieron a las calles de Colombia para protestar contra un paquete neoliberal impulsado por el gobierno de Iván Duque, en medio de la pandemia de la Covid-19.
Derogar una propuesta de reforma tributaria que aumentaría impuestos y afectaría a los estratos sociales más bajos, matrícula cero para los jóvenes que desearan entrar en universidades, cese de la violencia, reforma policial, desmontaje del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y cumplimiento integral del Acuerdo de Paz fueron algunas de las demandas.
Durante más de dos meses de incesantes manifestaciones pacíficas, la represión ejercida por la fuerza pública ocasionó muertos, heridos, torturados, desaparecidos, lesiones oculares sobre todo a jóvenes, así como vejaciones sexuales. El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) confirmó la semana pasada que durante el Paro Nacional ocurrieron 83 homicidios, 44 con presunta autoría de la fuerza pública.
De las víctimas mortales por el abuso de militares y policías, 32 fueron por disparos de arma de fuego, siete por impactos de artefactos explosivos, dos por inhalación de gases lacrimógenos, una por golpes recibidos y una tropellada por una tanqueta, puntualizó Indepaz.
La organización precisó que hubo 96 afectados por lesiones oculares, de ellos, siete mujeres y cinco menores de edad.
Del 28 de abril al 27 de junio de 2021 tuvieron lugar en Colombia 14 mil 175 actividades en los 32 departamentos y en su distrito capital como parte de las acciones de la medida de presión convocada por el Comité de Paro y protagonizada por los más diversos sectores sociales.
De ellas, 10 jornadas nacionales de cacerolazos, siete mil 415 concentraciones, tres mil 415 bloqueos, dos mil 475 marchas, 678 movilizaciones y 40 asambleas.
Un informe de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos sobre la violencia policial contra los manifestantes durante el paro, señaló que el aparato represor utilizó la fuerza de manera innecesaria o desproporcionada para dispersar las manifestaciones pacíficas y los bloqueos de vías.
Además, hubo individuos civiles que atacaron a los movilizados con armas de fuego, con la pasividad de las fuerzas de seguridad.
El informe advierte sobre la criminalización y estigmatización de los manifestantes, a menudo a través de los medios de comunicación, a quienes relacionan con actos vandálicos o de terrorismo.
Manifiesta su preocupación por las agresiones a defensores de derechos humanos y periodistas que documentaron los acontecimientos.
Insiste en que la gran mayoría de las protestas fueron pacíficas y resalta la disminución de las tensiones cuando hubo diálogo entre las autoridades y los participantes.
La ONU instó al gobierno de Colombia a cambiar su manera de lidiar con las protestas de la población para evitar más muertes y lesiones de quienes ejercen su libertad de expresión, participación y asamblea.
De acuerdo con el senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) Feliciano Valencia, en 47 días el paro nacional logró frenar las reformas tributaria y de salud, así como la renuncia del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, de la canciller Claudia Blum y del comandante de la Policía de Cali, Juan Carlos Rodríguez.
Asimismo, permitió impedir la compra de 24 aviones de guerra por una multimillonaria suma y acabar con las alocuciones diarias del programa Prevención y Acción, en el cual el presidente Iván Duque aparecía para tratar temas relacionados con la Covid-19.
Valencia añadió que se obtuvo la matrícula gratuita del segundo semestre de 2021 para los estudiantes de educación superior pública de los estratos más bajos.
Posicionó también la necesidad de una reforma estructural en la Policía Nacional, visibilizar a la juventud, la Primera Línea y la Minga indígena como actores revolucionarios, aseguró el legislador de MAIS.
Permitió fomentar la participación ciudadana (asambleas y cabildos abiertos), visibilizar ante el mundo la crisis política y social que vive Colombia con el gobierno de Duque, priorizar la vida y la paz por encima del fútbol.
Señaló también que las movilizaciones lograron resignificar la memoria histórica del país y que gran parte de Colombia se declarara contraria a las doctrinas impulsadas por el expresidente Álvaro Uribe, fundador del partido oficialista Centro Democrático.
Por último, posibilitó sacar a la luz la masiva y sistemática violación de los derechos humanos por parte de la fuerza pública y la exigencia para desmantelar el Esmad.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Comité Nacional de Paro, para conmemorar el primer año de esa histórica medida de presión y el Día Internacional de los Trabajadores realizarán una sola jornada de movilización el próximo domingo 1 de mayo en todas las capitales del país.
«Hemos acordado que la gran movilización sea el primero de mayo. Una gran movilización pacífica para poner en el centro de la discusión los problemas laborales que tiene Colombia hoy», afirmó el presidente de la CUT, Francisco Maltés.
Los organizadores del Paro Nacional desarrollarán este jueves un evento académico virtual, el cual será transmitido por las redes sociales de las distintas organizaciones que integran el Comité Nacional del Paro.
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